Los perros ya pueden ir en metro en Barcelona

Si eres usuario habitual del metro ya te habrás dado cuenta. Y es que al igual que ya sucede en Berlín, Londres y en París, desde el pasado miércoles ha entrado en vigor una normativa en Barcelona por la cual los perros, incluso los grandes, pueden viajar en metro. Una petición que varias asociaciones animalistas como Libera llevaban años demandando. Hasta ahora solo podían acceder a él perros guías, los de asistencia, aquellos que acompañan a los profesionales de seguridad y los que pueden ir en un transportín.

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Eso sí, ahora con la nueva norma, no es que no haya limitaciones, porque de hecho hay unas cuantas, las cuales han sido explicadas por el concejal del distrito de Sants, Jordi Martí: en primer lugar los dueños tienen que llevar siempre consigo la documentación del perro y además éste tiene que estar atado con una correa de menos de 50 metros, así como llevar bozal. Por otro lado, no pueden utilizar las escaleras mecánicas ni desplazarse en metro en hora punta.

Una decisión muy aplaudida por muchos, aunque algunos ciudadanos se quejan de que con esta ley solo es posible ir en metro con un perro por persona, y cada vez hay más gente que cuenta con al menos dos. Pero sí se trata de un gran avance porque hasta el momento los canes solo eran bien recibidos en los trenes y en los Ferrocarriles Catalanes, lo que limitaba mucho el desplazamiento a algunos barceloneses a los que les gusta pasear con su perro por barrios que no sean el suyo.

Por su parte, los catalanes que aceptan esta norma con resentimiento muestran su preocupación por los posibles problemas de higiene y de seguridad que esta normativa pueda conllevar.

A nadie le agrada ver necesidades de perros por el metro o que éste se convierta en un zulo de malos olores, si bien es cierto que hay expertos que aseguran que estos animales ni orinan ni defecan en sitios como el metro porque no son emplazamientos en los que se sienten cómodos.

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¿Y qué hay de los niños? Muchos padres tienen miedo de que los perros puedan llegar a atacar a sus pequeños y piensan que en el futuro esta decisión acarreará malas consecuencias y algún que otro disgusto. Por ello mismo, lo que está claro es que para que las autoridades no tengan que dar marcha atrás, los dueños van a tener que poner más énfasis que nunca en la educación de sus mejores amigos, aunque algunos dirían que un perro, por mucho que lo eduques bien, sigue siendo un animal que se defiende cuando le molestan. Esperemos que la convivencia entre humanos y perros sea la correcta.

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