Lluís Domènech i Montaner

Una de las características propias de una ciudad como Barcelona es el modernismo. No es que sea un estilo propio de la ciudad, pero sí que se produjo un auge del mismo en España y  más concretamente en Cataluña, durante finales del XIX y principio del XX en el que la confluencia y la rivalidad entre arquitectos modernistas tan importantes como Antoni Gaudí, Puig i Cadafalch, Enric Sagnier o Domènech i Muntaner dio como resultado maravillosas obras. La competencia entre todos ellos motivó la estupenda arquitectura modernista de la que podemos disfrutar y enamorarnos en Barcelona.

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La arquitectura de Lluís Domènech i Montaner

Esta personalidad fue una de las más importantes de la escena barcelonesa de finales del siglo XIX y de principios del XX. Su labor como arquitecto y político, además de ocupar la Cátedra de Arquitectura en el Colegio de Arquitectos de la ciudad, hizo que fuera uno de los principales ideólogos sobre como debía ser el modernismo catalán. Desde ahí surgieron varias de sus polémicas con algunos de sus colegas de profesiones ya que no todos compartían sus visiones sobre como debía desarrollarse el estilo. Una muestra de estas polémicas puede verse en la conocida como Manzana de la Discordia en la que vemos edificios de los 5 arquitectos más emblemáticos del modernismo catalán.

Hospital de Sant Pau

Foto de Angela Llop via Visualhunt

Es, sin duda alguna, la obra más relevante e importante de Domènech i Montaner, sobre todo por la enorme envergadura del proyecto. Este edificio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1997 y Bien de interés cultural con el número RI-51-0000419. El recinto modernista se ubica en el espacio donde se encontraba el antiguo Hospital de la Santa Cruz, fundado en 1401. Las necesarias reformas que deberían llevarse a cabo en el vetusto edificio se encargaron a Domènech i Montaner, que realizaría un proyecto basado en las nuevas ideas de salud que empezaban a desarrollarse en Europa en el siglo XIX. Un hospital en el que las plantas estaban separadas entre sí y con un gran espacio verde entre ellas que hacía que los enfermos estuvieran mejor cuidados y atendidos y con unos edificios que mezclaban diferentes influencias como las mozárabes, las medievales y la mitificación que las arquitecturas góticas y germánicas ejercían sobre los modernistas.

Cada uno de los edificios del recinto modernista y que han ido dedicándose a diferentes espacios a lo largo de los años, es una pequeña joya arquitectónica, pero lo que más nos asombra es la entrada principal con la majestuosa torre del reloj y sus influencias góticas de corte germánico. Una de las curiosidades destacadas es que encontramos  dos cifras que indican las fechas de inicio y de finalización de este edificio principal, 1905, la fecha de inicio que se representa con la letra alfa y, la fecha de finalización, 1910, simbolizada por la Omega. Puedes visitar el recinto modernista en la calle Sant Antoni Maria Claret, 167. Metro linea 5 Sant Pau – Dos de Maig – y linea 4 Guinardó y Hospital Sant Pau y autobuses H8, 19, 20, 45, 47, 50, 51, 92, 117, 192

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Palau de la Música Catalana

Foto de kkmarais via Visualhunt

Es una de las obras más destacadas de todo el modernismo catalán y una de las mejores obras de Domènech i Montaner, también declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1997. Se empieza a construir en 1905 y se inaugura en 1908. La idea es que sirva de sede del Orfeón Catalán y que se configure como un auditorio a la altura de los auditorios más importantes de Europa, capaz de albergar orquestas sinfónicas y corales que activaran y dieran relevancia cultural a una ciudad cuya burguesía quería compararse con la de Londres o Alemania. El edificio cuenta con una de las mejores muestras de modernismo medievalista.

Con su edificación de ladrillo rojo, característica de Montaner y con influencias que van del gótico al mozárabe y al estilo medieval, destaca por ser uno de los auditorios con mejor acústica del mundo. Uno de los detalles más significativos es la famosa cúpula invertida, en la que Domènech i Montaner demuestra la maestría con la que sabe dotar de elementos sorprendentes a su obra. El órgano, los homenajes a figuras tan relevantes de la música como Beethoven o Wagner y las diferentes alegorías artístico culturales convierten al edificio modernista del Palau de la Música en una visita obligada. Se encuentra en la calle Palau de la Música, 4-6, al lado de la parada de metro de Urquinaona de la linea 4 y de las paradas de autobús de las líneas V15, V17, 45.

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Castillo de los Tres Dragones

Foto de amaianos via VisualHunt

La que fue sede del museo de Zoología, en dependencia del museo de Barcelona de Ciencias Naturales sería, de todas las obras de Montaner, la tercera en importancia arquitectónica y cultural dentro de Barcelona. Construido como café restaurante para la exposición universal que se realizó en la ciudad en 1888, es uno de los mejores ejemplos del modernismo temprano o premodernismo en el que todavía no están asentadas las bases del estilo pero ya se van viendo las influencias y los temas a desarrollar.

Tras la exposición el edificio quedó en desuso y el alcalde de la ciudad pidió a Montaner que finalizara el edificio para que fuera motivo de homenaje de las celebraciones del 400 aniversario del Descubrimiento de América de 1892, año en el que se dio por concluida la obra en su totalidad. De marcada influencia mozárabe y ya marcando su predilección por el ladrillo rojo y los temas místicos y medievalistas, Montaner lo articuló como un edificio que recordara a un castillo de cuento. Además, el arquitecto quiso realizar allí su taller de investigación sobre la recuperación de técnicas antiguas como las de forjado de hierro, cerámica, escultura o carpinteria y el vidrio esmaltado. El edificio está en el Parque de la Ciutadella, en el Paseo de Picasso, 21 y puedes acceder a través del metro parada de Ciutadella de la línea 4, y de los autobuses, D20, H14, H16, V21, V27.

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