Barcelona es una ciudad con mucha historia. Sus antiguas calles y monumentos han sobrevivido hasta el día de hoy para hablarnos de ella y de sus gentes. Pero no solo la arquitectura tiene la capacidad para contar historias. La naturaleza, y más concretamente los árboles centenarios, han estado ahí desde hace mucho tiempo y han presenciado muchos de los acontecimientos más importantes de la historia de la Ciudad Condal. Por eso queremos que en este artículo de ShBarcelona descubras algunos de los árboles centenarios más especiales de Barcelona.
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El algarrobo del Park Güell
Foto vía Pixabay
Uno de los algarrobos más antiguos de Barcelona se encuentra en el Park Güell. Está situado junto a uno de los viaductos que Antoni Gaudí diseñó para el parque, el Viaducto del Algarrobo. Para la construcción del parque en los años 1900-1903 Gaudí respetó la presencia del algarrobo centenario y lo integró como parte del diseño. El algarrobo del Park Güell tiene el tronco caído y retorcido, por lo que obstaculiza el paso atravesando las columnas del viaducto hacia el exterior. En la base, erosionada por el paso del tiempo, algunos visitantes se sientan a descansar mientras se maravillan con sus formas singulares. El algarrobo centenario fue incluido en el Catálogo de Árboles de Interés Local el año 1993 y a día de hoy es uno de los atractivos del parque junto con la arquitectura.
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El majestuoso pino del Palau Reial de Pedralbes
Este pino ha sobrevivido al paso del tiempo en los actuales jardines del Palau Reial de Pedralbes desde el año 1893. Este pino centenario se caracteriza por sus dos enormes brazos y sus copas recortadas. Este árbol centenario presenta otra peculiaridad, su tronco de color blanco y anaranjado toma un tono rojizo después de ser regado. El pino pertenecía originariamente a los campos de cultivo y a los jardines que fueron transformados por Nicolau M. Rubió Tudurí en los jardines del Palau Reial de Pedralbes. En la creación de los jardines también se respetaron otros árboles centenarios, como los cedros del Himalaya y una tuya articulada.
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El roble más querido de Vallcarca
Foto vía Pixabay
El roble de Vallcarca se ha convertido en un símbolo de la lucha por la preservación de la naturaleza y la historia en Barcelona. El roble de 15 metros de altura y 26 metros de copa se encuentra en el patio de la Escola Lexia, un centro de educación especial situado en el barrio de Gràcia. El roble estuvo a punto de desaparecer debido a la reforma urbanística prevista para las olimpiadas de 1992 en Barcelona. Con ella se pretendía expropiar el terreno donde se encontraba el roble centenario para construir la nueva Avenida Terrades. La presión de los vecinos para evitar sacrificar el árbol consiguió que las obras tomaran un nuevo trazado sin perjudicar al roble. La presencia del roble centenario en la Escola Lexia tiene una gran simbología. Los alumnos han generado un vínculo afectivo de respeto hacia el árbol, que demuestran a través de los abrazos y las confidencias que le ofrecen a diario.
Los tres plataneros del Jardín de Laribal
Los plataneros más antiguos de Barcelona se encuentran en el Jardín de Laribal, en el Parque de Montjuïc. Se trata de tres plataneros de casi 200 años colocados simétricamente en la Plaça del Claustre del actual Jardín de Laribal. El del medio es el más antiguo y destaca por sus majestuosas ramas, que se abren a ambos lados. Es posible que este platanero hubiese sido podado de esta forma para adecuarlo a la moda de la época.
El diseño del jardín fue encargado por el ayuntamiento de Barcelona a Jean Claude Nicolas Forestier y a Nicolau M. Rubió Tudurí después de haber comprado los terrenos a Josep Laribal. El jardín tiene un gran valor histórico ya que fue creado para la Exposición Internacional de 1929 y su diseño incluye elementos estéticos propios de los antiguos jardines árabes. Se trata de un jardín de vegetación mediterránea que en la actualidad se extiende a lo largo de 5 hectáreas.
Estos árboles tan peculiares son algunos de los más antiguos de la ciudad de Barcelona y han formado parte de su paisaje y de su historia desde hace más de cien años. Su supervivencia se debe a su fortaleza, pero también al respeto y al cuidado que han recibido a través de los años con el fin de mantenerlos vivos por mucho más tiempo.
¿Conoces algún otro árbol centenario en Barcelona?
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