El año pasado abrió al público uno de los edificios más destacados del modernismo barcelonés, obra del arquitecto Domènech i Montaner, que hasta el momento debía ser admirado desde fuera por turistas y habitantes locales de la ciudad. Su imponente fachada de balcones curvilíneos no dejaba a nadie indiferente y despertaba la curiosidad de todo aquel que se topaba con el edificio en el cruce de Paseo de Gracia con Consell de Cent. Por iniciativa de la constructora Núñez y Navarro, propietaria del edificio, se abrió la planta noble del primer piso, descubriendo uno de los interiores más bellos que puedas ver del modernismo en Barcelona en la Casa Lleó Morera.
Este interior está compuesto por creaciones artísticas de diversa índole, técnica y material: mosaicos, pintura mural, vitrales, cerámica, mármoles, esgrafiados, piedras y madera, las cuales han convivido con algunas empresas que ocupaban su interior hasta el momento de su apertura al público. La fachada y el entresuelo fueron decorados con esculturas de Eusebi Arnau representando dos parejas de figuras femeninas, que fueron destruidas –lamentablemente- en una reforma de los bajos de la Casa en 1943. Además, en la fachada encontramos continuas alusiones al apellido de la familia “Morera”, representando la flor de la morera con diferentes materiales, o las alegorías de los inventos del siglo XX. Esta fachada está coronada por un templete que excedía la altura permitida por el Ayuntamiento de Barcelona y por el que se tuvo que pedir el permiso necesario.
La Casa Lleó i Morera te ofrece visitas guiadas de 70 minutos, visitas express de 45 minutos o la posibilidad de contratar una visita privada para su grupo en el horario e idioma que mejor te convenga.
La Manzana de la Discordia
La Casa Lleó Morera se encuentra situada en la denominada “Manzana de la Discordia”, un conjunto de casas entre las calles Aragón y Consell de Cent en el que hay construcciones diseñadas por los tres grandes arquitectos del Modernismo: la Casa Lleó Morera que protagoniza este artículo, la Casa Amatller (de Josep Puig i Cadafalch), y la Casa Batlló (de Antoni Gaudí). El nombre que le dieron los habitantes de Barcelona es por el símil con el mito griego que cuenta la boda de Tetis y Peleo, a la que fueron invitados todos los dioses menos Eris, la diosa de la discordia, la cual se presentó en el enlace y dejó una manzana de oro en la mesa de los regalos diciendo que esa manzana sería para la más bella. Las diosas Hera, Atenea y Afrodita se la disputaron y, finalmente, Paris, príncipe de Troya, decidió que sería Afrodita la que merecía la manzana (ésta le había prometido que se casaría con la más bella del mundo). Esto provocó la Guerra de Troya.
Desde ShBarcelona os invitamos a conocer este bello pedacito de la historia de la arquitectura modernista en Barcelona.
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