Las tapas son uno de los productos estrella españoles en el ámbito gastronómico, “Spain’s gift to the world of great cooking”; muchos medios extranjeros también retratan positivamente la costumbre española de socializar en torno a la mesa (o a la barra del bar), y ya son legión las ciudades fuera de España donde existen locales para tapear. Con mucha probabilidad, las tapas son una de las atracciones del viaje para el turista que disfruta de un alquiler temporal de pisos en Barcelona.
Las grandes ciudades españolas son un buen sitio para ir de tapas porque la oferta es muy abundante y variada. Si además recalas en una donde la mezcla de culturas sea significativa, las opciones son aún mayores, como podrás comprobar si te vienes con un alquiler de temporada en Barcelona. Aquí se dan la mano productivamente y sin sonrojo las tradiciones culinarias catalana, levantina, andaluza, de la cornisa cantábrica (vasca, gallega, asturiana) y la meseta; no en vano las tapas más populares en la ciudad condal son muy, muy típicas.
Las patatas bravas y los calamares ganan por goleada. Al estar en la costa, también abundan otros productos del mar: sepia, chipirones, boquerones, anchoas, pulpo a la gallega, gambas al ajillo, bacalao frito o con tomate, mejillones, langostinos, pescados frescos… y no falta la consabida paella, aunque es menos frecuente que en territorios vecinos. Otros habituales son los embutidos más típicos en Cataluña (fuet, butifarra, jamón, longaniza), los caracoles y la escalibada, croquetas y ensaladillas de todos los pelajes, pinchitos y montaditos, champiñones, pimientos rellenos, bombas, tortillas variadas y otras preparaciones con huevo… Los acompañamientos clásicos son el pan con tomate y el ali oli, maravillosos por sí solos.
Esta somera “carta” de pinchos (=pequeños bocados para picar cómodamente, aunque sea de pie) típicos convive en la última década con tapas de altos vuelos, propiciadas por la explosión gastronómica española de la que tienen parte de culpa restauradores catalanes como el proclamado “mejor cocinero del mundo”, Ferrán Adriá. El Gremio de Restauración de la Ciudad Condal lleva ya seis ediciones de su “De tapes por Barcelona”, donde se pueden degustar preparaciones mucho más complejas y, desde luego, exquisitas.
Por poner algún ejemplo de estas tapas de nuevo cuño que pueden encontrarse en la ciudad, se pueden citar la mousse de berenjena con cremoso de queso de cabra y mermelada de tomate, los canelones de faisán y jabalí con foie fresco o el ravioli de bacalao con veloute de marisco y cama de escalibada. Si optas por alojarte en un alquiler temporal de pisos en Barcelona, éstas y otras delicias más clásicas te aguardan cuando decidas comer fuera o salir a picar algo.
Los barrios donde hay más concentración de locales son los céntricos: Gracia, el barrio Gótico, el Eixample, Born, Sants y El Raval. Un paseo a horas estratégicas (las del aperitivo y la cena) te mostrará sin lugar a dudas cuáles son más populares, pero también se encuentra buena información en la web. Aprovecha tu alquiler de temporada en Barcelona para conocer lo que se está aportando desde la hostelería barcelonesa a este gran éxito de nuestra tradición culinaria y de su impresionante capacidad de reinventarse.
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