Los taxis de Barcelona

En una ciudad como Barcelona, en la que el transporte público te permite llegar a casi cualquier parte de la ciudad, el taxi no es el medio de transporte más habitual entre la población. Aún así, en muchas ocasiones coger un taxi puede resultar mucho más cómodo, rápido y eficaz, sobre todo si llevamos equipaje o volvemos a casa durante la noche. Si estás pasando unos días o una temporada en Barcelona y has alquilado uno de los apartamentos de ShBarcelona, hay algunas cosas que deberás saber antes de decidirte a subir a uno de estos peculiares vehículos de color negro y amarillo.

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Cómo funcionan los taxis en Barcelona

Lo primero que debes saber es que puedes coger un taxi en cualquier lugar de la ciudad alzando la mano delante del automóvil de manera que el conductor te pueda ver, siempre que tenga la luz adosada al techo exterior del vehículo de color verde. Al entrar al taxi deberás indicar a que dirección quieres ir. Algunos taxistas ya disponen de GPS que le guía hasta el destino indicado, pero otros se mueven de memoria por las calles de Barcelona. Si ves que se lía o no sabe exactamente donde esta la dirección que le dices, no te fíes demasiado… Existen carriles taxi-bus especiales para que circulen los taxistas; cuando indiques tu voluntad de subirte en el coche, él se retirará a un lado de la vía o del carril con las luces “warning” encendidas. Cómo en todas las ciudades, también existen paradas de taxis en determinados puntos de la ciudad: a la salida del aeropuerto, delante de las estaciones de tren, delante de los hospitales, etc. Debes tener en cuenta que, en este tipo de paradas, suele haber cola y hay que respetar los turnos si no quieres verte enzarzado en una pelea. El segundo punto a tener muy en cuenta es la puesta en marcha del taxímetro. Cuando te montes en un taxi fíjate que el conductor ponga en funcionamiento el aparato que tiene justo delante en el salpicadero del automóvil, sino podría cobrarte lo que quiera al llegar a destino.

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En Barcelona no se “acuerda” la tarifa antes de subir al vehículo, el precio de cada carrera depende de los kilómetros que recorras. La “bajada de bandera”, es decir, el precio mínimo que paga el usuario, aplicado por el mero hecho de subirte al taxi es de 2,05€. El precio por kilómetro recorrido entre las 8h y las 20h es de 0,93€, y de 20h a 8h es de 1,18€. Este último precio por kilómetro se mantiene durante todo el día los viernes, sábados y domingos, aunque se prevé que se mantenga la primera tarifa según las nuevas legislaciones aplicables a lo largo del 2013. El tema de los suplementos que te pueden cobrar según condiciones especiales hay que tenerlo muy claro, porque es aquí donde los taxistas suelen engañar a los turistas. El suplemento durante las 00h y las 6h del fin de semana es de 2€; el suplemento por maleta es de 1€ por maleta mayor a 55x35x35cm; el suplemento del aeropuerto, feria de muestras o de las estaciones de trenes es de 3,10€. El método de pago puede ser en efectivo (trata de no pagar con un billete de 50€ porque a veces los taxistas no llevan suficiente cambio) o con tarjeta. Puedes pedir un ticket si es necesario o si debes justificar el gasto. La mayoría de taxistas de Barcelona son bastante “habladores” y simpáticos, puedes aprovechar la carrera para preguntarle sobre la ciudad y sus enclaves turísticos. Pero no te despistes y trata de seguir la ruta con un mapa previamente para ver si el conductor está dando una vuelta innecesaria.

¿Coges muchos taxis en Barcelona?