Peguera, un pueblo olvidado en Barcelona

Sabemos que en Cataluña existen rincones y parajes increíblemente bonitos, pueblos que podemos decir con orgullo que son de los más bonitos del país y destinaciones que atraen cada año a miles de visitantes. También hay pueblos con una gran  historia detrás, que con el paso de los años se han ido olvidando, convirtiéndose así en pueblos abandonados y olvidados pero con una gran historia que contar. Uno de estos pueblos es Peguera, una antigua colonia minera hoy en día pueblo fantasma de la zona. Descubre con ShBarcelona la historia de Peguera, un pueblo olvidado en Barcelona.

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Historia de Peguera

El pueblo de Peguera, situado a 1.630 metros de altura en la localidad de Fígols, en el Alt Berguedà, fue un pueblo donde, como muchos otros pueblos en la época, la importancia de la industria minera establecía la evolución y el futuro del lugar y de sus habitantes. Desde finales del siglo XIX, el descubrimiento y explotación de las minas de carbón dieron a este valle cierta importancia para el territorio, generando empleo y riqueza, creando así la colonia de Peguera, un pequeño pueblo minero catalán, con tres importantes minas donde hombres de localidades cercanas se desplazaban cada día para realizar su jornada laboral. Después de un período de prosperidad, el pueblo sufrió en 1967 el abandono de la actividad minera, cerrando las minas y colaborando en la decadencia del pueblo de Peguera, la dispersión de la población, echando el cierre de la última casa habitada del pueblo en 1968, convirtiéndose así en un pueblo abandonado. Hoy en día el terreno a sufrido grandes cambios, e incluso la entrada a varias de las minas ha sido naturalmente bloqueada, aunque todavía hoy podemos encontrar los restos del pueblo y de las minas, siendo un paraje interesante y precioso para visitar, y uno de los lugares más frecuentados por los excursionistas de la zona.

Las ruinas de Peguera

A pesar del abandono del pueblo, y a pesar de su ubicación en la alta montaña, el pueblo de Peguera y sus ruinas se han convertido en un lugar para explorar y visitar donde el tiempo parece haberse detenido. Todavía hoy prevalecen en el terreno las ruinas de la mayoría de las casas de piedra que conformaron el pueblo de Peguera hace ya más de un siglo. Una de las edificaciones más interesantes, y que aún hoy en día permanece en pie, es la antigua cantina minera de Peguera, un lugar de postal que ha prevalecido a través del tiempo, contándonos su historia en silencio, y convirtiéndose en un bonito lugar para hacer una escapada. Dos de las minas de este antiguo pueblo son inaccesibles a causa de los estragos que la naturaleza ha causado, estando una de ellas inundada y la otra enterrada casi por completo, aunque es realmente interesante imaginarse como debió ser la vida allí durante el siglo XIX. También permanece en pie la antigua torre del transformador eléctrico de las minas. Para visitar todas estas ruinas del pueblo abandonado de Peguera, podréis seguir los rótulos amarillos indicativos que comienzan bordeando la Ermita de San Miguel, siguiendo por el transformador, la cantina, la entrada a las minas y la antigua estación de tren, en casi 2 km de recorrido.

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Cómo llegar

Peguera es sin duda un lugar diferente donde se respira historia, y uno de los lugares que merecen la pena visitar en Cataluña, sobretodo si te gusta el excursionismo y la naturaleza. Si te atreves a visitar este encantador pueblo abandonado de paisajes naturales que te dejarán con la boca abierta, sus ruinas de piedra y edificaciones antiguas que tiempo atrás rebosaban de vida, podrás llegar a Peguera en coche por la carretera C-16 , desde el eje de Llobregat, pasando la central térmica de Cercs, y tomando la desviación hacia Sant Corneli, pasando por la localidad de Fígols hasta llegar al Pla de la Creu de Fumanya, donde a través de un sendero sin asfaltar (en bastante buen estado) llegarás a Peguera en aproximadamente 2 kilómetros de recorrido, donde deberás aparcar tu vehículo y continuar a pie por la ruta de este antiguo pueblo olvidado de Barcelona. Es recomendable visitarlo en estaciones cálidas, ya que en invierno puede ser peligroso a causa de la nieve y el hielo, así como por sus desniveles.

*Imagen destacada de: Jordi Domènech i Arnau vía VisualHunt