La gente de Barcelona, una curiosa fusión de tradición y modernidad

Si has decidido pasar unos días o una corta temporada en Barcelona, es imposible darte otra cosa que la enhorabuena por tu decisión. La ciudad no te defraudará, como tampoco lo harán sus gentes. Puedes optar por alojarte en alguno de los abundantes apartamentos turísticos en Barcelona, añadiendo un toque de confort y elegancia a tu estancia que, sin duda, la harán más agradable.

Al turista, procedente de otros países o de otras zonas de España, le será útil la información sobre los apartamentos vacaciones Barcelona y sobre los principales lugares de interés turístico, pero también le interesarán los modos de vida y las costumbres de sus habitantes. En general, Cataluña despierta pasiones, al igual que ocurre en otros países con regiones que tienen una cultura y lengua propias, distintivas; conviene recordar a este respecto que las simpatías y antipatías suelen estar reñidas con la objetividad.

Barcelona vive en una productiva y curiosa fusión de tradición y modernidad, de carácter propio y apertura. Al igual que ocurre con sus manifestaciones artísticas, la vida cotidiana y la forma de ser de sus gentes oscilan entre lo más rancio de la cultura catalana y el espíritu más innovador y cosmopolita. Esta variedad y los originales productos de la combinación de ambos extremos hacen que la visita a Barcelona pueda resultar verdaderamente fascinante, a poca curiosidad antropológica y cultural que se tenga.

Así, iconos y costumbres populares como la sardana, los castellets, la butifarra y el cava (por citar algunos particularmente estereotípicos), conviven tranquilamente con un tejido empresarial caracterizado por el emprendimiento y el esfuerzo por adelantarse a su tiempo y ser efectivo, con locales de ocio y hostelería increíblemente modernos, con creaciones musicales y artísticas actuales y de gran calidad. Barcelona cuida con mimo su herencia catalana, al mismo tiempo que acoge la gran inmigración procedente de otras zonas de España.

Las recomendaciones para el viajero son similares para cualquier gran ciudad española: una vez fuera de los apartamentos vacaciones Barcelona, el turista avisado sólo debe preocuparse de no hacer ostentación de objetos valiosos y dinero en lugares públicos, evitar las calles poco transitadas por la noche y recelar de cualquier extraño que se le acerque en las zonas especialmente turísticas, porque los carteristas son hábiles, aquí y en todas partes.

Los horarios de apertura de comercios, comidas, bancos, etc. pueden desorientar al turista extranjero. En general, instituciones y bancos suelen operar de 8 a 2 de la mañana de lunes a viernes; la mayoría de comercios de 10 a 2 de lunes a sábado y de 5 a 8 de lunes a viernes; los establecimientos hosteleros sirven comidas entre la 1 y las 3 y de 8 a 10, aproximadamente. ¡Preguntar en el sitio es siempre la mejor opción!

En Barcelona la gente por lo general es amable y educada; la distancia interpersonal es algo más corta que la europea y el contacto visual más prolongado. Pueden defenderse en inglés, pero prefieren usar su propia lengua y valoran al extranjero que intenta usar el castellano o el catalán, ya que esto es una muestra de respeto. Por tanto, practicar algo de español o catalán incluso antes de buscar apartamentos turísticos en Barcelona, siempre será buena idea.