Cooperativas de consumo

La sociedad va evolucionando hacía lo rápido, lo fácil, lo comercializado. La gran mayoría tiene prisa por vivir. Prisa porque termine la mañana, el día, la semana, ¡qué lleguen las vacaciones! ¡La prisa mata amigo! -como dicen en las calles de Marrakesch-. Un sector consciente de ello y no afín ni a la prisa ni a los envases de mandarinas sin piel pero con cajita de plástico, empezó a desarrollar una manera de consumo más lógica con el tiempo y comprometida con agricultores y medioambiente. En ShBarcelona hemos pensado que podría interesarte saber cómo se organizan las cooperativas de consumo y dónde puedes encontrarte con una.

¿Qué es una cooperativa de consumo?

Una cooperativa de consumo es la unión de un grupo de personas con los mismos ideales de consumo que se unen para formar una cooperativa, un sistema alternativo e independiente de consumo responsable que pretende auto abastecerse. Esto significa que en la cooperativa todos los interesados -socios- cooperan, directamente concuerdan con el concepto de soberanía alimentaria.

Los inicios de una cooperativa son bastante costosos ya que empezar desde cero no es tarea fácil. Todo lo que suceden antes de tener los alimentos en la mesa, pasa por la responsabilidad de los miembros. Empezando por la búsqueda de agricultores, ganaderos y todos los demás productos que la cooperativa ofrezca. Esta búsqueda es bastante especifica ya que el consumo que desean es ecológico y de proximidad. Muchas cooperativas tienen huertos no muy lejos de la ciudad. Una vez tienen las personas que les abastecen el consumo de los miembros de la cooperativa, empieza a funcionar.

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Ser miembro de una cooperativa de consumo en Barcelona

La mayoría de cooperativas se reúnen semanalmente, el día de la recogida de la compra y en esa reunión se reparten las tareas por familias. Cada unidad familiar tiene un quehacer para la semana ya sea pasar el pedido a los productores con los que trabajan, ya sea limpiar la cooperativa, llevar el presupuesto, buscar nuevos productos y las gestiones variadas que vaya surgiendo.

Formar parte de una cooperativa de consumo en Barcelona no es muy difícil porque hay bastantes, pero sí que a veces hay lista de espera. Cuando entras en una, normalmente, se pide un año de continuidad y un consumo mínimo semanal, a no se que la cooperativa sea muy grande y no lo necesite. Debido a que la producción es controlada, ya que muchos de los productos producen para los consumidores de la cooperativa. Evidentemente todo esto varía según cooperativas y unidades familiares que la forman. De modo que si queréis formar parte de una de ellas, os animamos a que os informéis personalmente de como funciona la que os interesa en particular.

Consumir alimentos ecológicos en Barcelona no tiene porque ser más caro que consumirlos con añadidos. Eso sí, necesitas compromiso y constancia para conseguirlo. A fin y al cabo es de tu salud de lo que se trata. Para encontrar una cooperativa en tu zona, te recomendamos buscar en Ets el que menges.

¿Nos quieres recomendar alguna cooperativa de consumo en Barcelona?