Muchas personas que deciden alquilar un piso en Barcelona tienen problemas de movilidad. Por este motivo, es importante poder elegir un inmueble que facilite a este colectivo el acceso y, en general, la vida en el interior de su lugar de residencia. Barcelona hace años que se ha concienciado con este tipo de problemática, así que la mayoría de las calles y avenidas de la Ciudad Condal disponen de rampas para que las personas que circulan en silla de ruedas puedan ser autosuficientes y desplazarse por la ciudad sin necesitar ayuda. El transporte público, como el metro o el autobús, también están preparados para el acceso de las personas con movilidad reducida. Encontrar un piso en Barcelona con acceso para minusválidos no es complicado. Lo ideal es que se trate de plantas bajas, con acceso directo desde la calle, o que no dispongan de escaleras para acceder. Si bien es cierto que la gran mayoría de edificios en la capital catalana tienen ascensor, es un problema para este colectivo cuando éste se estropea, que, como es lógico, es algo que puede suceder con una frecuencia poco deseada. Por eso, las plantas bajas son ideales, ya que eliminan este posible contratiempo. En Barcelona existen muchos locales que se han rehabilitado y convertido en viviendas. Algunas por motivos arquitectónicos, otras debido a la demanda en auge de este tipo de inmuebles, la mayoría de ellos equipados con terrazas o jardines, y una última cuya intención primigenia es cubrir las necesidades de personas con problemas de movilidad.
Cómo comentábamos anteriormente, Barcelona hace años que está adaptada para que las personas con discapacidad motora puedan disfrutar y vivir con total autonomía. Para ello, la gran mayoría de los accesos a las aceras tienen una rampa en los pasos de cebra para que las personas que van en silla de ruedas puedan moverse sin salvar los bordillos, algo que en muchos casos es, cuanto menos, complicado. Lo mismo ocurre en zonas concurridas y en los servicios públicos, tanto en los edificios gubernamentales como en bibliotecas, centros de salud, hospitales o centros comerciales. Algunas playas de Barcelona también disponen de acceso para minusválidos, al igual que la mayoría de gimnasios municipales y centros cívicos. Los transportes públicos, como el metro, el tren, los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya y las líneas de autobús metropolitanas, también están habilitados para que las personas con movilidad reducida puedan desplazarse por la ciudad con total autonomía. Otro factor importante es que en toda Barcelona existen múltiples plazas de aparcamiento exclusivas para minusválidos, con lo que, si se desplaza en coche, no tendrá problemas para aparcar. Las plantas bajas con acceso para minusválidos son abundantes en la Ciudad Condal, los cual es básico para que este colectivo escoja Barcelona como destino, ya sea de vacaciones, de alquilar temporal o como alquiler a largo plazo. Si lo que desea es alquilar un inmueble en la capital catalana y tiene problemas de movilidad, en Barcelona podrá vivir con mucha autonomía, desplazarse a los lugares más comunes de forma autónoma y disfrutar de la ciudad.