El barrio de Can Baró es una zona que pertenece al distrito de Horta-Guinardó célebre por albergar unas baterías antiaéreas construidas durante la Guerra Civil Española. Se trata de un barrio obrero, de clase trabajadora y que está plagado de edificaciones que provienen del boom migratorio que se produjo en la Ciudad Condal proveniente de otras zonas de la península ibérica. Si decide alquilar un piso en el distrito de Horta-Guinardó y le gustan las buenas vistas y los pisos económicos, en el barrio de Can Baró podrá encontrar muchos apartamentos asequibles en una zona muy tranquila y con vistas impresionantes a la ciudad de Barcelona.
La historia del barrio de Can Baró se remonta a los poblados íberos, vestigios que se encontraron en la primera mitad del siglo XX, concretamente en el año 1930, durante unas tareas de mantenimiento en el Turó de la Rovira. Posteriormente los terrenos se destinaron a la agricultura y en ellos se encontraban masías como la que da nombre al barrio, la masía de Can Baró. A nivel inmobiliario, en el barrio podemos encontrar pisos de medida media, de entre 60 y 90 metros, pero puntualmente también es fácil localizar apartamentos más pequeños o casas de mayor tamaño. Es habitual que existan algunas plantas bajas con patio o jardín y aún es posible encontrar inmuebles unifamiliares o edificios con pocos vecinos. Con el boom de la inmigración estatal se construyeron edificios altos, hacia la mitad del siglo XX, que disfrutan de vistas privilegiadas a la ciudad de Barcelona. Estos apartamentos son muy luminosos y soleados y disponen de ascensor. La zona, al contrario de otras del distrito, como el Carmel o la Teixonera, no tiene una densidad de población muy importante y dispone de avenidas despejadas, situadas en la parte alta de la Ciudad Condal. Algunas calles más estrechas cuentan con edificios de pocos vecinos y casas bajas. No es un barrio que disponga de muchos servicios, exceptuando los de primera necesidad, ya que se trata de una zona básicamente residencial. Esta relativamente bien comunicada y dispone de varias líneas de autobús que comunican Can Baró con otras zonas de la capital catalana.
En primer lugar, en el barrio de Can Baró destaca la masía de Can Baró, a la que debe su nombre esta zona del distrito de Horta-Guinardó y que actualmente se ha convertido en un centro educativo. Otro aliciente son las baterías antiaéreas que se construyeron durante la Guerra Civil Española para proteger a la ciudad de los ataques enemigos. En ellas se habilitaron cuatro cañones Vickers de 105 mm. Durante mucho tiempo estuvo completamente abandonada, pero en 2006 se rehabilitó y se ha convertido en uno de los miradores más populares de la Ciudad Condal. Desde entonces se la considera monumento para la memoria histórica. Sin duda, visitar este enclave es ideal para recordar una de las guerras más infames que destrozó España y, a su vez, disfrutar de unas vistas privilegiadas de la capital catalana.