El barrio de la Sagrada Familia es uno de los más populares de Barcelona debido al gran monumento que alberga y que congrega diariamente a centenares de turistas en sus alrededores. Este barrio pertenece al distinguido distrito del Eixample, ideado por el arquitecto Ildefons Cerdà y que representa en sí mismo uno de los trazados urbanos mejor diseñados de la época. El barrio se encuentra lleno de locales de restauración, bares y cafeterías, además de estar bien comunicado y de tratarse de un barrio más popular y menos exclusivo que la Dreta de Eixample. Por tanto, es más familiar, con casas amplias, centros de estudios y numerosos supermercados y tiendas de alimentación. A pesar de albergar uno de los monumentos más importantes de Barcelona, la Sagrada Familia, no se trata de un barrio demasiado masificado por el turismo, como ocurre en el distrito de Ciutat Vella, exceptuando las calles aledañas al monumento.
El barrio de la Sagrada Familia inicia su historia a mediados del siglo XIX, cuándo empezaron a construirse algunas edificaciones en lo que antes eran terrenos agrícolas. Aún quedan algunas casas bajas que fueron las primeras en levantarse, rodeadas de grandes edificios construidos por el plan urbanístico del Eixample. La zona es bastante más económica que la vecina Dreta de l’Eixample o que l’Antiga Esquerra de l’Eixample, aunque últimamente Barcelona ha sufrido un amento de precios del alquiler provocado, en gran medida, por el éxito turístico de la Ciudad Condal. La Sagrada Familia es un barrio básicamente familiar, con multitud de servicios, colegios, guarderías y transporte público. El barrio es ideal para pasar unos días, una temporada o para vivir en familia, en una zona bastante tranquila.
Por supuesto, una de las cosas más interesantes e imperdibles del barrio es el famoso templo de la Sagrada Familia, uno de los monumentos más importantes de Barcelona, España y Europa. Esta basílica, obra cumbre del maestro del modernismo Antonio Gaudí, inició su construcción en 1882 y esta aún no ha finalizado. El colosal proyecto arquitectónico conlleva una complejidad importante, por ese motivo la fecha de finalización aún no está del todo clara. Otro elemento interesante del barrio de la Sagrada Familia es la Avenida Gaudí, que une diagonalmente el templo de la Sagrada Familia con el Complejo arquitectónico del Hospital de Sant Pau. En el año 1985 sufrió una importante reurbanización en la que se habilitó una amplia zona peatonal que facilitó el paseo de los viandantes y la proliferación de locales comerciales, restaurantes, bares y cafeterías. Con el buen tiempo, muchos de los locales llenan sus terrazas de turistas y autóctonos para comer, cenar o tomarse un café. Allí también pueden verse varias farolas datadas en 1909 y diseñadas por el arquitecto Pere Falqués. También es de obligada visita la Plaza de Pablo Neruda, en la que se realizaron varias pinturas artísticas en paredes medianeras, entre las que destaca Balcones de Barcelona, que mediante la técnica del trampantojo evoca la fachada de un edificio modernista del ensanche barcelonés.