El barrio del Raval es uno de los más eclécticos de Barcelona. Muy cosmopolita, se ha convertido en un crisol de culturas con la llegada de residentes de todas las nacionalidades, entre los que se encuentran inmigrantes de origen europeo, árabe, sudamericano y asiático.
Aunque últimamente existen algunos problemas relacionados con el auge del alquiler provocado por la gentrificación, lo cierto es que se trata de un barrio ideal para personas bohemias, a las que les encanta hacer vida en la calle y poder disfrutar a pocos metros de casa de multitud de locales de restauración y ocio multiculturales.
Otro beneficio que sin duda es interesante del barrio del Raval, es que se encuentra al lado del centro de la ciudad, algo que aporta a esta zona de Barcelona un plus de cultura, servicios y buenas comunicaciones.
El barrio del Raval se sitúa en el distrito de Ciutat Vella, la zona más antigua de la Ciudad Condal. Es probable que el barrio naciera con la ampliación de la primera zona medieval, posterior a las murallas iniciales que delimitaban la primigenia urbe. Delimita con el barrio del Poble Sec, en su zona más alejada del centro, y con el barrio Gótico, en la más cercana.
El barrio dispone de edificios por lo general antiguos, aunque existen algunas construcciones nuevas. Las casas suelen ser de pequeñas dimensiones, muchas de ellas están reformadas ya que es uno de los barrios dónde más auge ha tenido el alquiler en los últimos tiempos.
Los precios son relativamente asequibles, comparados con los de otros barrios de Ciutat Vella, pero hay que tener en cuenta que la cercanía con el centro se paga y que Barcelona no es una ciudad barata.
El barrio cuenta con todos los servicios, multitud de restaurantes de todas las culturas y varias salas de ocio nocturno y bares de copas.
Las calles más importantes del barrio son Nou de la Rambla y Rambla del Raval, ambas llenas de establecimientos eclécticos, con restaurantes de todas las nacionalidades y plazas llenas de vida. La calle de la Cera es famosa al ser el hogar de múltiples ciudadanos de etnia gitana y cuna de la célebre rumba catalana.
El nombre de la calle se debe a un luctuoso acontecimiento que tuvo lugar en toda Europa y arrasó con la vida de miles de personas ante la impotencia de las autoridades sanitarias, que contaban con paupérrimos medios para luchar contra ella: la peste. Los habitantes de la época dejaban velas encendidas invocando la misericordia de la virgen para no resultar contagiados. Los ríos de cera que corrían por las calles dieron lugar al nombre que actualmente tiene.
El Raval alberga monumentos cómo el Monasterio de San Pablo del Campo, La Iglesia de San Agustín, el Mercado de la Boquería, de obligada visita, el Museo de Arte Contemporáneo (MACBA), el Palacio Güell y la original escultura de Fernando Botero, gato de Raval, situada en plena Rambla el Raval.